Las lecciones que aprendemos en la escuela pueden crear hábitos para toda la vida.
De las lecciones más importantes que podemos enseñar a nuestros hijos está el aprender a reciclar.
El reciclaje debería ser un complemento del aprendizaje del día a día.
Arce Recuperaciones quiere contribuir con la concienciación temprana por el cuidado del planeta.
Tenemos unas cuantas ideas que pueden ser adoptadas por aquellos centros educativos que busquen fomentar actitudes responsables con el medioambiente.
Los programas de reciclaje existentes son un buen comienzo para aprender a reciclar en la escuela
Hay muchos programas de apoyo disponibles para aprender a reciclar en la escuela.
La mayoría brindan a los maestros recursos dirigidos a estudiantes desde los primeros años hasta la escuela secundaria.
También hay organizaciones gubernamentales y no gubernamentales estatales que ofrecen materiales e información, que no sólo ayudan a las escuelas a ser más efectivas a la hora de enseñar a los estudiantes a reciclar en las escuelas, sino que también quieren transmitir a los centros educativos la urgencia de incluir en los cursos materias relacionadas con el medioambiente.
A pesar de todos los recursos y ayudas, la triste realidad es que mientras algunas escuelas apuestan con entusiasmo por el reciclaje y la sostenibilidad de manera estructurada, otras no reciclan o lo hacen a muy pequeña escala (limitándose, por ejemplo, a recuperar el papel).
Esto hace que una amplia gama de otros artículos reciclables, algunos de los cuales contienen materiales bastante contaminantes, terminen tirándose a la corriente general de desechos.
Pequeñas lecciones cosechan grandes recompensas al reciclar en la escuela
Sin una mejor educación sobre los peligros de muchos materiales, como el mercurio en la iluminación fluorescente y los metales pesados en las baterías y los desechos electrónicos, estaremos privando a la próxima generación del conocimiento que necesita para tomar mejores decisiones sobre la eliminación de desechos.
El resultado directo de esa falta de conocimiento será una mayor contaminación en el medio ambiente en el que crecerán nuestros hijos.
Comprender por qué necesitamos reciclar, es un paso simple para que las escuelas brinden a los estudiantes una experiencia práctica sobre cómo reciclar.
Uno de los programas más simples que las escuelas pueden implementar es el reciclaje de baterías.
Es relevante ponerlo en práctica desde una edad temprana, ya que los niños usan dispositivos que funcionan con baterías y dejan un rastro de baterías gastadas a su paso.
Aprender a preocuparse por cómo se desechan los artículos pequeños y aparentemente inocuos, como las baterías, puede ser un buen inicio para ir fomentando un reciclaje que poco a poco se irá haciendo extensible a otro tipo de residuos.
Los programas para reciclar en la escuela impulsan un cambio de comportamiento
Ya sean pilas o botellas, papel o latas, los programas para reciclar en la escuela demuestran el poder de la multiplicación.
Es decir, que cuando muchas personas combinan acciones aparentemente pequeñas, se logran grandes cosas.
Todo esto ayuda a impulsar un verdadero cambio de comportamiento y crea ciertos hábitos en la edad adulta, inspirando a las grandes mentes del mañana a desarrollar nuevas y mejores formas de eliminar el desperdicio.
En 1992, Pete Repeat consiguió que el mundo reciclara botellas de plástico en grandes cantidades.
Ahora, con una gama mucho más amplia de recursos didácticos y con opciones de reciclaje disponibles para muchos más tipos de desechos, es hora de que las escuelas acepten el desafío de crear los súper recicladores del mañana.
Nuestros niños aprenden mucho de lo que saben en las escuelas, por lo que no hay mejor lugar para enseñar a la próxima generación sobre la importancia de reciclar.
Los jóvenes descubren cómo leer, escribir, contar y mucho más en la escuela, pero reciclar es una de las mejores lecciones de futuro que podemos enseñarles.
El reciclaje y la sostenibilidad son ideas que se pueden enseñar desde el principio, de forma que el alumno se haga responsable y adopte cuanto antes los gestos que nos permitan habitar un planeta limpio y cuidado.
Animar a los jóvenes a poner papel, botellas y latas en el contenedor adecuado puede iniciar un viaje de sensibilización que afectará a la cantidad de desechos que se recuperan y la cantidad de éstos que terminan en los vertederos.
Tres razones por las que las escuelas son cruciales para educar a los niños a reciclar
1. Enseña hábitos que duran
Cuanto antes enseñemos a nuestros hijos la importancia del reciclaje, más probable será que esas prácticas se interioricen y conserven, transmitiéndose de generación en generación.
Un programa para reciclar en la escuela es fácil de establecer y cuenta con muchos recursos disponibles.
Las escuelas también son excelentes lugares para educar a los jóvenes sobre productos reciclables menos conocidos, como baterías, desechos electrónicos y bombillas.
Las baterías, los desechos electrónicos y las bombillas pueden contener materiales peligrosos como el mercurio que deben reciclarse para evitar desastres ambientales y para la salud humana.
Reciclar artículos que contienen mercurio es tan fácil como dejarlos en su ayuntamiento local o en ciertas tiendas minoristas.
2. Enseñar con el ejemplo
A veces, la mejor manera de aprender es usar las manos y las escuelas son lugares fantásticos para poner en práctica la teoría.
Las lecciones pueden comenzar en el salón de clases, animando a los niños a tirar papel de desecho en el contenedor de reciclaje y continuar a la hora del almuerzo, recordándoles a los jóvenes que tiren los envases de plástico reciclable en el contenedor correcto.
Cuando una calculadora deja de funcionar o la impresora del aula se queda sin tinta, los niños pueden dejar las baterías de la calculadora y el cartucho de impresora usado a un lado, hasta que sea el momento de llevarlos al lugar de recolección.
Lo mismo ocurre con los teléfonos móviles, portátiles, tabletas y cualquier otro aparato electrónico que llegue al final de su vida útil.
3. Permite que los niños aprendan con sus compañeros
Si bien los maestros desempeñan un papel en la educación de los niños sobre el reciclaje, los amigos de la escuela realmente pueden marcar la diferencia.
A medida que los niños crecen, los compañeros de la escuela pueden tener una gran influencia y reforzar comportamientos positivos como el reciclaje, mejor que los maestros o los miembros de la familia.